jueves, 27 de agosto de 2015

Evangelio y comentario del dia

Evangelio según San Mateo 24,42-51.
Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor.
Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa.

Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada.
¿Cuál es, entonces, el servidor fiel y previsor, a quien el Señor ha puesto al frente de su personal, para distribuir el alimento en el momento oportuno?
Feliz aquel servidor a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo.
Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.
Pero si es un mal servidor, que piensa: 'Mi señor tardará',
y se dedica a golpear a sus compañeros, a comer y a beber con los borrachos,
su señor llegará el día y la hora menos pensada,
y lo castigará. Entonces él correrá la misma suerte que los hipócritas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.

Palabra del Señor.

Comentario Por:
La Didajé (c. 60-120), catequesis judeo-cristiana
Párrafos 10 y 16

“Velad pues no conocéis el día”
    Una vez saciados de la Eucaristía, damos gracias así: “Nosotros te damos gracias, Padre santo, por tu santo nombre que has hecho habitar en nuestros corazones, y por el conocimiento, la fe, la inmortalidad que tú nos has revelado por Jesús, tu servidor.¡Gloria a ti por los siglos. Amén!...Ante todo, nosotros te damos gracias, porque eres poderoso:¡Gloria a ti por los siglos. Amén! Acuérdate de tu Iglesia, Señor, para librarla de todo mal y hacerla perfecta en tu amor. Reúne desde los cuatro vientos esta Iglesia santificada, en el Reino que tu le has preparado. Pues ¡a ti sea la fuerza y la gloria por los siglos. Amén! ¡Qué la gracia llegue y este mundo pase. Amén! Si alguno es santo, que se acerque; si no lo es, que haga penitencia. ¡Marana tha! Amén.

    Si, velad, sobre vuestra vida; no dejéis apagar vuestra lámpara ni se desate de vuestros riñones vuestro cinturón. Estad preparados. Pues ignoráis la hora cuando nuestro Señor vendrá. Reunios
frecuentemente para buscar juntos lo que conviene a vuestras almas. Pues todo el tiempo de vuestra fe no servirá de nada, si, el último momento, no habéis sido perfectos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario que sera atendido en su momento