domingo, 29 de septiembre de 2013

Celebramos A



Santos Arcángeles, Miguel, Gabriel y Rafael
 
De todos modos, si nuestro futuro está en lo cielos, ¿por qué no anticiparlo lo más posible? ¿Por qué no vivir en la tierra, como si ya estuviéramos en el cielo? Si hemos de vivir para siempre en el cielo con nuestros hermanos, ¿por qué no entrenarnos ya ahora con verdadero amor?.   ¿Por qué, durante nuestra jornada terrena, no buscamos más espacios para conversar con Jesús y con la Virgen María? ¿Por qué no cultivamos una amistad más íntima con nuestros santos predilectos? ¿Por qué no tenemos más familiaridad con los ángeles?Y esto, no para desentendernos de nuestros compromisos temporales, sino para ser más responsables.
Miguel significa "¿quién como Dios?" Fue su divisa de guerra contra Lucifer y los ángeles rebeldes cuando quisieron igualarse con el Creador. Miguel es el jefe de la milicia celestial, es el príncipe de la luz. Es el defensor de la justicia, por lo que se le representa con una balanza. Es el protector y defensor de la Iglesia. Es la fiesta más antigua en honor de los ángeles. Es patrono de radiólogos y de los policías.  
Gabriel significa "fortaleza de Dios". Es el anunciador, el gran mensajero celestial. A Daniel le anunció la venida del Mesías. A Zacarías le anunció el nacimiento del precursor de Jesús, Juan el Bautista. Y seis meses después se presentó en Nazaret y trajo a María la noticia más grande y feliz de todos los siglos: el Amor eterno la había escogido para ser madre del Redentor. Es patrono de las comunicaciones y de los filatelistas. El Embajador San Gabriel es también patrono de los embajadores.  
Rafael significa "medicina de Dios". Curó a Tobit y acompañó a su hijo Tobías en el viaje que emprendió enviado por su padre. Curó también a Sara, la mujer de Tobías. Es el acompañante fiel y portador de salud. Es patrono de los novios y de los esposos. Le tienen también por patrono los caminantes, los marineros, los ciegos, los enfermos de peste, los farmacéuticos y los médicos.






   


Himno  ( laudes


En la hora en que Cristo resucita,
Clame Miguel, el poderoso príncipe:
« ¿ Quién como tú, mi Dios, Jesús humilde?
Al pecado de los hombres descendiste
Y hoy el Padre te signa y te bendice».  
En la hora en que Cristo resucita
Dice Gabriel, el que anunció a María:
« ¡ Exulta, Iglesia, virgen afligida,  
el Santo vencedor es tu Mesías!
Nadie podrá dar muerte a tu alegría».   

 En la hora en que Cristo resucita,
Proclama Rafael, el peregrino:
« ¡Glorificad conmigo a aquel que dijo:
Yo soy la luz del mundo y el camino!  
¡Bendecidle, que el viaje está cumplido!»
En la hora en que Cristo resucita,

Se ha tendido la escala misteriosa
Y el coro de los ángeles le adora:
«¡ Somos Señor, los siervos de tu gloria,
cielos y tierra cantemos tu victoria!».  Amén    

Señor Dios todopoderoso, que, con una providencia admirable, llamas a los ángeles y a los hombres para que cooperen a tu plan de salvación, haz que, durante nuestro peregrinar en la tierra, nos sintamos siempre protegidos por los ángeles, que en el cielo están en tu presencia para servirte y gozan ya contemplando tu rostro. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.  

Himno  (vísperas) 

 Envía Cristo a tu valiente jefe,
Al ángel de la paz, a San Miguel,
Y crecerá tu pueblo, con su ayuda,
Próspero y fiel.  

Visite siempre nuestro sacrotemplo
El ángel fuerte, el singular Gabriel,
Y arroje fuera al enemigo antiguo,
Falso luz bel.  
Envía al ángel que a tu pueblo sana;
Manda, oh Cristo, del cielo a Rafael,
Que acompaña a tu pueblo peregrino,
Nuevo Israel.  

Nos asistan tus ángeles gloriosos,
Cristo, gloria del coro angelical,
Y con ellos cantemos al
Dios trino Himno triunfal.  Amén

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario que sera atendido en su momento